SAO PAULO, oct. 30 (Reuters) – El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva derrotó al titular Jair Bolsonaro en las elecciones del domingo, lo que marcó un sorprendente regreso para el líder izquierdista y el fin de décadas del gobierno de extrema derecha del país.
Con el 99,1% de las máquinas de votación contadas, Lula obtuvo el 50,8% de los votos frente al 49,2% de Bolsonaro, lo que el Tribunal Supremo Electoral consideró suficiente para «definir matemáticamente» el resultado de la contienda.
La encuesta condenó el feroz populismo de extrema derecha de Bolsonaro, quien construyó una nueva coalición conservadora desde los bancos traseros del Congreso, pero perdió apoyo cuando Brasil se topó con uno de los peores números de muertos por la pandemia de COVID-19.
Lula ha prometido volver al crecimiento económico y las políticas sociales lideradas por el Estado que ayudaron a sacar a millones de personas de la pobreza cuando gobernó Brasil de 2003 a 2010. También se comprometió a luchar contra la destrucción de la selva amazónica, ahora en su nivel más alto en 15 años, y convertir a Brasil en uno de los principales candidatos en las negociaciones climáticas mundiales.
Haciéndose eco del cambio político regional que lanzó a Lula al escenario mundial hace dos décadas, su victoria consolida una nueva «ola rosa» en América Latina después de las importantes victorias de la izquierda en las elecciones de Colombia y Chile.
Exdirigente sindical nacido en la pobreza, Lula organizó huelgas contra el gobierno militar de Brasil en la década de 1970. Su presidencia de dos mandatos estuvo marcada por un auge económico impulsado por las materias primas y dejó el cargo con una popularidad récord.
Sin embargo, su partido Laborista se vio empañado más tarde por una profunda recesión y un escándalo de corrupción récord que lo llevó a encarcelar durante 19 meses por cargos de soborno que fueron anulados por la Corte Suprema el año pasado.
En su tercer mandato, Lula enfrentará una economía lenta, restricciones presupuestarias más estrictas y una legislatura más hostil. Los aliados de Bolsonaro forman la coalición más grande en el Congreso después de las elecciones generales de este mes, lo que subraya la fuerza perdurable de su coalición conservadora.
Bolsonaro ha hecho reiteradas afirmaciones sin fundamento de fraude electoral y ha hablado abiertamente de negarse a aceptar los resultados del referéndum del año pasado. Los funcionarios electorales lo están preparando para impugnar el resultado, incluidos los arreglos de seguridad si sus partidarios salen a la calle, dijeron fuentes a Reuters.
La votación fue electrónica y los resultados se anunciaron dentro de las dos horas posteriores al cierre de las urnas a las 17:00 horas (20:00 GMT).
Lula asumirá el cargo el 1 de enero.
Información de Ricardo Brito, Lisandra Paraguasu, Brian Ellsworth y Anthony Bodle; Editado por Brad Haynes, Daniel Wallis y Grant McCool
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